El entrenador Ricardo García habla de falta de actitud en algunos de sus competidores y avanza que deben cambiar las cosas para que lleguen los resultados

El Gran Evento Internacional Villa de Avilés no ha supuesto un buen debut para la expedición de Judo Club Avilés. Los de Ricardo García acudían al torneo local con la expectativa alta, pero nada se cumplió. El mejor resultado lo obtuvo Nel Suárez (-73kg) con un quinto puesto seguido de un séptimo de Noé Rodríguez. En el caso de Nel comenzó su cuadro ante el gallego Xabier Leira con un triunfo, victoria que repitió ante otro gallego como Iván Muñíz. En su tercer combate, se impuso al portugués Eugeniy Boyechko y en cuatros cayó frente al catalán Álvaro Barragán, a la postre subcampeón. Después llegaría la repesca, donde ganó a los gallegos Mateo Becerra y Daniel López y cayó en la pelea por el bronce con otro asturiano, Gonzalo Gayol. Por lo demás, todos los judocas cayeron en primera o segunda ronda, algunos sin posibilidad de repescar o habiendo repescado no lograron avanzar. Es la primera vez en 23 ediciones que Judo Club Avilés se queda sin metales.

La valoración es mala y para ello me baso en varias cuestiones. No se están cumpliendo los objetivos que tengo marcados y veo que los chavales no le dan a la competición loca la importancia que tiene, ha asegurado el técnico avilesino. García no ha escondido que los resultados no son los esperados. De hecho, ha apuntado que hubiera preferido que, organizativamente, no hubiera sido tan bueno y mis judocas hubieran tenido mejor papel. Para García falta actitud, parece que el escudo, en ocasiones, no pesa. Cuando yo competía con este club y cuando me miraban desde mesa central se me ponía la piel de gallina.

De los competidores cadetes sobresale Nel Suárez. Se deja la piel, aunque fallan otras cosas a las que debemos ponerles remedio”. Para el líder de la expedición Nel cometió un error de los que no se pueden cometer. A los buenos se les gana por pequeños detalles, pero si fallas el planteamiento en los 10 últimos segundos no hay nada que hacer. Hay que mantener la concentración y la intensidad hasta el final, desde que empieza el combate hasta que acaba”.

Lo cierto es que en la expedición Cadete había varios integrantes de primer año, aunque para el míster eso no es una excusa. “Pueden tener el beneplácito de la duda porque debutan en casa, pero ya han hecho más competiciones y llevan conmigo medio año. Conocen la dinámica de cómo se funciona y seguimos cometiendo los mismos errores. Se pude tropezar dos a otres veces con la misa piedra, pero cuando sucede es porque algo pasa. Otro papel distinto es el que juega Saúl Fernández, un judoca que veo que sale con miedo, a defender. Tiene que tener actitud de querer comerse al rival.

García también mira hacia sí mismo. Algo en falla, seguro. El baremo va mal y la manera que tengo para conectar con ellos es muy buena porque entrenando lo entienden todo, pero cuando llega la competición no sale. Igual, hay que salir fuera a entrenar o probar otras fórmulas, ha apuntado.

En el caso de los Junior se encuentran competidores Iván González o Illán Gutiérrez. “Iván no desarrolla el judo que tiene porque se bloquea y no sale lo que hace. Es un problema de puesta en escena porque nivel tiene”. El director técnico de Judo Club Avilés ha reforzado el papel del entrenador. “Esto está presupuestado, forma parte del proceso y asumimos que es así. Seguimos hablando de edades de formación y lanzo todo el apoyo del mundo a lo que estamos haciendo.