Pese a la ausencia de medallas en la expedición, Ricardo García ve “cosas positivas”, aunque considera que queda trabajo por delante para estar arriba
Pamplona supuso un golpe de realidad para la expedición avilesina. Si bien es cierto que ninguno de los judocas se metió en el medallero, las lecturas son distintas para el entrenador Ricardo García. Anxo Regueiro (-50kg), Noé Rodríguez (-55kg) y Nel Suárez (-73kg) fueron los que más avanzaron en la competición. En el caso de Anxo el primer combate fue ante Enrique Pradel, “un madrileño hecho al que tumba con un sode de pie”. El segundo lo ganó de un sumi “sin mayores problemas” y en el tercero “no fuimos tan peligrosos contra un rival de mayor entidad. Nos marca un waza-ari de kata guruma y, aunque lo intentamos, no llegábamos a ser tan peligrosos como para sacar al rival de su estabilidad. Nos queda el mal sabor de boca por la competición que estaba haciendo, muy metido en actitud, activándose cada poco”, ha explicado García.
Mientras Noé Rodríguez avanzó dos rondas con victoria ante el valenciano Toni Parra y derrota ante el catalán Max Sances, un rival con el que ya había caído en el Villa. Posteriormente se coló en la repesca y terminó cayendo. “Estuvo casi toda la semana entrenando suave porque no estaba bien. Se recompuso, abría competición y eso es un plus de tensión. Si sigue en esta dinámica de aprender y sabiendo lo que no tiene que hacer, es un aspirante a medalla nacional en su peso”, ha apuntado el técnico avilesino. En cuanto a los combates, ha incidido que en el primero “dominamos la situación del kumi-kata y generamos opciones” mientras en el segundo “hicimos un buen combate, pero el rival fue más listo y nosotros estamos en el primer año de cadete”.
Y Nel Suárez ganó el primero ante el extremeño Sergio Montero de ippon, perdió el segundo contra el catalán Álvaro Barragán -a la postre campeón en Pamplona-, venció de nuevo en la repesca frente al portugués Guram Chakvetadze, pero cayó en el cuarto combate ante el catalán Batraz Kokoev. “Necesitamos unas aspiraciones mayores porque es un judoca que está en medalla. Lo que nos queda es gestionar ese tipo de combates que te llevas por pequeños detalles”, ha concluido.
Con respecto al resto, Olaya Madrid (-52kg), León Díez (-60kg), Saúl Fernández (-60kg), Nacho Suárez (-66kg), Héctor Cruz y Hugo Cruz (-66kg) cayeron en primera ronda, aunque con valoraciones distintas. El mejor fue Nacho Suárez que se vio las caras con el castellano leonés Oscar Sanz, “un rival de su talla con el que supo pelear en la zona táctica, con el desplazamiento bien trabajado durante todo el combate, pero al final cometió un error que le costó la derrota”. Pese a la derrota, García ha insistido que “con él siempre saco una lectura positiva, sobre todo, a nivel de aprendizaje. Tiene una muy buena progresión”.
En el caso de Saúl Fernández también su inicio y final de competición fue con un castellano leonés: Juan Meana, aunque en este caso su entrenador ha calificado la eliminación de “tragedia” por la forma. “Iba ganando, dominando el kumi y se relajó. El rival aprovechó esto para hacer una contra de seoi nage, ponerle la espalda en el suelo, el árbitro da ippon y se acabó. Además, al no tratarse de un competidor fuerte no nos podía asegurar la repesca y Saúl se quedó sin opciones por falta de concentración”. Con todo, y tras hablar con él, ha señalado que “está disfrutando más las competiciones, viene con bastante mecha para subsanar errores y seguir hacia adelante”.
Por último, están los hermanos Cruz, León Díez y Olaya Madrid. En el caso de los tres primeros, la sensación es de “estar fuera de la competición. Hacen bien el calentamiento, pero en cuanto empiezan los combates no están dentro y eso se paga”. Con Olaya Madrid “se nota que le falta algo mas de rodaje en competición, pero no es una sorpresa porque cada uno recoge lo que siembra. Hay que ser más constantes en el entrenamiento porque las faltas se acaban notando”.