Alba Barreiro se quedó a las puertas del pódium con una sensación “agridulce” en semifinales. “Pude haberlo hecho mejor”, reconoce la avilesina
Dos integrantes de Judo Club Avilés en la expedición asturiana, una medalla. Podría ser la conclusión del campeonato de España Universitario disputado en Salamanca. Tanto Adrián González como Alba Barreiro partían con opciones de obtener un metal en la cita estatal, principalmente la segunda al conocer mejor a sus rivales, pero, finalmente, el avilesino se llevó el gato al agua a pesar de reconocer en el previa que algunos de sus contrincantes eran desconocidos para él.
En el caso de Adrián González (+100kg) el cuadro comenzó con un enfrentamiento con Diego Diezma, judoka procedente de la Universidad Rey Juan Carlos. Un combate en el que el avilesino comenzó perdiendo, aunque pudo remontar gracias a una estrangulación. En semifinales le tocó verse las caras con el murciano Alejandro Díaz de Tomás al que ganó por shidos y en la final se quedó con la miel en los labios tras caer contra Martín García, lo que supuso la plata para el asturiano.
Sin embargo, pese a subirse al segundo cajón y mostrarse contento por la plata, Adrián González no estaba del todo satisfecho por la competición. “No me sentí cómodo. Estaba lento y sin fuerza. La plata es bonita, pero me hubiera gustado haber peleado más la final”, ha apuntado. Las razón puede encontrarse en las molestias que arrastra en el abductor desde poco antes de comenzar con la Liga Nacional ya que “aún no me he recuperado del todo”.
En el caso de Alba Barreiro la competición comenzó viéndose las caras en el tatami con Andrea Rodríguez, una vieja conocida de la avilesina a la que se había impuesto en varias ocasiones, pero contra la que había caído en su último campeonato de España en la categoría Cadete. Tras la victoria, llegó un clásico y una de las rivales más complejas, Ainoa Salazar, una disputa “sobre todo mental porque cuando más cansada me encontraba, tuve que añadir un plus”. En semifinales, el combate fue ante Cristina Araiz, “el peor de todos”, según la propia judoka. Por último tocó Alicia Martín, una judoka procedente del CAR de Madrid que normalmente compite en -57kg, pero que la subieron a -63kg para esta competición. “Tuve sensación agridulce porque me veía genial y llevando el peso del combate, pero caí en un wazari y no conseguí remontar”, ha apuntado. En general, el balance para la integrante de Judo Club Avilés es “agridulce porque lo tuve muy cerca y pienso que en las semis pude haber hecho mejor”. Sin embargo, prefiere pasar página reconociendo que “hay días en el que no salen las cosas”.